domingo, mayo 28, 2006




Una vez descalzado el zueco o el coturno, su voz se apaga, siente un extremado cansancio, va a mudarse de ropa interior o a acostarse; pero no le queda ni turbación, ni dolor, ni melancolía, ni depresión del alma. Sois vos el que sale con todas esas impresiones. El actor se siente cansado y vos triste; él se esforzó sin sentir nada y vos habéis sentido sin esforzaros. Si no fuese así, la condición de comediante sería la más penosa de todas; pero él no es el personaje, lo representa y tan a perfección, que le tomáis por tal; la ilusión es sólo vuestra; él sabe de sobra que no lo es.
Denis Diderot, La paradoja del comediante

1 comentario:

ANGIE dijo...

Hermoso, chulo precioso...
Felicidades Neto. Me gustó mucho tu mini página. ¡¡ Quién te viera !! jaja. Solamente las letras del principio son difíciles de leer y es el único pero que le pongo.
Sigue hacia adelante amigo, que sigas lleno de buena vibra, y tan buena onda, con las chicas de la banda (osease yo y todas las demás que siempre encuentras en las fiestas)
TQM
Angie