En realidad Ernesto era un niño bastante tímido, nunca había participado en la primaria ni como “pollito”. Ese niño creció y descubrió el teatro un día soleado de verano. Desde entonces lleva más de 20 años que no se imagina otra cosa que el escenario, los personajes y las historias. Ernesto ha tenido la fortuna de conocer grandes maestros. Uno le enseñó a seguir su deseo, otro a nombrarlo, y otro a obtenerlo. El último le ha enseñado como disfrutarlo.
domingo, abril 28, 2019
viernes, marzo 15, 2019
lunes, enero 14, 2019
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